El Libro De Las Rebeldías y Sus Rebeliones

(libro del tiempo o de los postreros días. Ver también: Evangelio de Juan 11.24 "Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero." junto con Juan 5.28-29 "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.").

¿Qué  fue lo que motivó al Señor Jehová respecto de guardar determinadas cosas en un libro aparte de lo que está dicho en el libro del profeta Isaías?
La respuesta se halla en los versículos del 9 al 11 (de Isaías 30), que dicen: “Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; Que dicen á los videntes: No veáis; y á los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; Dejad el camino, apartaos de la senda, haced cesar de nuestra presencia al Santo de Israel”.
El profeta Jeremías describe su observación diciendo "... aborrecieron mi ley " (6.19). Fue el resultado de sus frutos carnales. Fueron pecaminosos en el grado de abominables (Así Pablo describe eso mismo en  Gálatas 5.19-21… “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios”. También el carácter de los hombres en los postreros días debiera compararse con aquellos días del profeta Isaías. Ver 2 Timoteo 3.1-5… “ESTO también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad, Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita”.) .
Al parecer, en estas acusaciones se pueden describir seis gravísimos pecados abominables que hacían aquellos judíos, y que son idénticos a los de muchos cristianos de hoy día…  Estos son:
 1) La Avaricia: Jeremías 6.13… “Porque desde el más chico de ellos [los comerciantes, artesanos, maestros, etc.] hasta el más grande de ellos [el rey y sus principales], cada uno sigue la avaricia [como las Sociedades bíblicas y o librerías evangélicas]; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores”.
 2) El Engaño: Jeremías 5.27… "Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño: así se hicieron grandes y ricos" [semejante a las casas de pastores, templos e instituciones cristianas de hoy en día, que se hicieron ricos empleando la astucia y las bendiciones divinas. El profeta Malaquías denuncia esta maldad llena de iniquidad, escrito en 1.12-14 “Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová [espantoso sacrilegio]; y cuando hablan que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: [escarnecedores] ¡Oh qué trabajo! y lo desechasteis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, ó cojo, ó enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Seráme acepto eso de vuestra mano? dice Jehová. Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica lo dañado á Jehová: porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es formidable entre las gentes”. Lo mismo denunció Cristo contra los sacerdotes en el templo, a los que llamó “... cueva de ladrones...” (Marcos 11.17; Lucas 19.46). ¡Considerado de alta gravedad!
 3) Predicar Mentira: Jeremías 5.31… "Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis á su fin?". Usaron la complicidad de los profetas y los sacerdotes, y el pueblo estuvo de acuerdo. Dios puso, a manera de advertencias, "atalayas"; mas ellos dijeron: no escucharemos las advertencias y haremos lo que nos dé la gana. No te necesitamos (en Jeremías 6.17, dijo Dios: “Desperté también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad á la voz de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos”). Este es otro pecado abominable que se practica por reconocidos apóstatas de hoy día. El pueblo que los acompaña también está dentro de la lista de acusación.
Dios  le comunica a sus enviados: Ezequiel y Oseas (vea Ezequiel 22.26 y Oseas 5.1), que los sacerdotes violaron mi ley (como sucede hoy en nuestros días), que contaminaban sus santuarios (como los creyentes tibios contaminan su corazón). Hermanos y hermanas, hagamos uso del Principio de la Separación. Se nos advierte, y con razón, en 2 Tesalonicenses 3.6…  “Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros”.
 5) Calumniadores: “Calumniadores hubo en ti para derramar sangre… Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para pábulo de su avaricia”  (Ezequiel 22.9,27) - compárese con 2 Pedro 2.1-3,10, 12-14: “DEJANDO pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones, Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud: Si empero habéis gustado que el Señor es benigno... Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia... Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras. Sed pues sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior, Ya á los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien”.... Usan la artimaña de la manipulación para destrucción  y engaño.
Las denuncias siguen diciendo: “Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron en el error de Balaam por recompensa, y perecieron en la contradicción de Coré”(Judas 11).
En el Nuevo Testamento es Judas Apóstol el que apercibe que estos viajeros de la maldad saben cómo seducir y engañar con toda arte de sutilezas. Su arte es de mucha astucia con el fin de destruir a los creyentes.
Tengamos cuidado si estos viajeros de maldad nos  traen obsequios (regalos, dádivas) y si usan su lengua con palabras de adulación: es lenguaje de serpiente. Son estos especialistas del disfraz, introducidos para chismear, poner o sembrar las dudas en el corazón tuyo, cristiano, o en el tuyo, cristiana; y cuando logran hacer su mal, te abandonan a tu suerte.  Su comida es de perros comilones, o sea, vómito de perro. Sus gestos aduladores son semejantes a cama de gusanos. Nehemías dice, en 13.3… “Y aconteció que cuando oyeron la ley, apartaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros…”. Son casi idénticos al verdadero creyente fiel… “Porque muchos engañadores [quienes se rebelan y no perseveran en la doctrina de Cristo] han entrado en el mundo” (2 Juan 1.7).
Notemos bien lo que nos enseña Proverbios 4.14… “No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos” (vea Éxodo 23.2).
 ¿Qué significa esta amonestación? Determina que debemos observar detenidamente su comportamiento sobre: (sus) pensamientos, doctrinas, filosofía de vida y conducta.
6) La Altivez es condenada, o la insensatez de la jactancia. En el Salmo 10.3 dice “Por cuanto se alaba el malo del deseo de su alma, Y bendice al codicioso ó quien Jehová aborrece”; en el Salmo 49.6 dice también: “Los que confían en sus haciendas, Y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan”. En Proverbios 25.14 leemos: “Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de vana liberalidad”.
Estos ruines detractores de maldad son maestros artificiosos con todo arte en el ejercicio de la seducción y de engaño. Saben estos cómo inducir a las gentes con sus perversas y bien elaboradas estrategias diabólicas para seducirlas y atraparlas; tienen y hacen uso de sus riquezas “emocionales”, y aun espirituales. Son muy acaudalados y peligrosos; andan porfiadamente en la maldad de sus obras sin omitir detalles, porque caminan en el pecado, el cual es un deleite malvado  (Ezequiel 20.13). Han puesto, y ponen hoy, su confianza en la persistencia de la desobediencia; sus fechorías e iniquidades abominables cometidas proporcionan a estos maestros artificiosos gran placer hacerlo, aun a sabiendas de que los sanos principios de los preceptos de los mandamientos los condenan (Ezequiel 20.8): porque tienen hoy, y tenían, agrado de hacerlo, y en ello enojan a Dios - tal como sucedió con Salomón (a quién Dios se le apareció dos veces), quien mezcló la adoración verdadera con la práctica de la  adoración de dioses abominables (Tomen un tiempo y lean 1 de Reyes 11).
En 2 Juan 1, la Palabra nos advierte, diciendo… “Porque muchos engañadores [con una especialidad diferente para el engaño; se aplican: ilusionistas, tramoyistas, maquiavelistas, magos, mentalistas, en los cuales el ejercicio eficaz de su trabajo se desenvuelve en el ámbito religioso]  son entrados en el mundo”. Nada los detiene, van en creciente aumento con el logrado apoyo de nefastas revisiones bíblicas (de la Biblia), en donde la pluma mentirosa de las Sociedades Bíblicas  obtiene pingües ganancias embaucando a los compradores de las mismas con versiones cambiadas, según va el paso del tiempo y los dictados de la moda y políticas con las que se han puesto de acuerdo. Y son tan eficaces como lo fue Simón el mago (lean Hechos 8.9-11). Los errores apoyan  la tolerancia de determinados pecados, tanto que aun la auto-indulgencia es promovida desde sus escrituras.
Tal Libro y lo que se escribió en sus páginas serán recordados en aquel día que menciona el libro de Apocalipsis (o Revelación de Jesucristo), en 20.12… “Y vi los muertos, grandes [reyes, príncipes, sacerdotes, políticos, dictadores y tiranos (con que persiguieron y asesinaron a los cristianos), creadores de religiones (y sus seguidores), filósofos, científicos de renombre (que usaron la ciencia para hacer el mal y destruir a la humanidad, obteniendo riquezas fama y honor injustamente), traficantes de almas de hombres - ver 2Pedro 2.3] y pequeños [aquellos burladores, mentirosos, religiosos, ladrones, asesinos de  padres, madres, hermanos y hermanas, niños-as, bebes y bebes por nacer, encantadores, hechiceros, adivinos, idólatras, fornicarios-as, adúlteros-as, estafadores, borrachos, rebeldes (los que se opusieron al mensaje conciliador del Evangelio)], que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida (a): y fueron juzgados los muertos -vivos- por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”.

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 (a) En el comentario de la Biblia Anotada de Scofield, en la página 1307, en la sección 3 que corresponde 20.12, menciona una interesante interpretación de este pasaje de Apocalipsis 20.12. ¿Lo leemos?... “El juicio final. Los sujetos son los "muertos". Como los redimidos fueron resucitados de entre los muertos mil años antes (Apocalipsis 20:5) y han estado en gloria con Cristo durante ese período, los "muertos" solo pueden ser los malvados. Muerto, desde el principio hasta la instalación del gran trono blanco en el espacio. Como hay grados de castigo (Lucas 12:27); (Lucas 12:48) los muertos son juzgados según sus obras. El libro de la vida está ahí para responder, como para defender sus obras para justificación, por ejemplo (Mateo 7:22); (Mateo 7:23) un espacio en blanco espantoso donde podría haber estado el nombre”.
Dios nos ayude, amigos y amigas,  teniendo misericordia de nosotros a fin de mantenernos firmes, constantes en la fidelidad y en la separación de toda clase de apostasía.
Recordemos a aquellos que siguieron a los muchos y fueron de tropiezo en esa caterva de malignidad.
Apartémonos de todo lo malo y de lo que tenga “apariencia” de justicia.
Observemos con inteligencia y sabiduría, examinando nuestro andar diario cristiano. Pidamos a Dios que revise cada uno de nuestros caminos: obteniendo de él la oportuna y necesaria ayuda y socorro cuando seamos tentados, si se lo pedimos. La oración y la lectura diaria de la Biblia sea nuestro pan cotidiano. Haciendo esto evitaremos deslizarnos hacia la apostasía. Amén.  
Dios te bendiga. Pastor, Ricardo Iribarren.

Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren

(Biblia consultada: Reina Valera (1909)  - Versículos en forma textual)
[Subrayado en los versículos, nuestro]