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Un Simil De La Iglesia En Los Últimos Días Antes Del Recogimiento (o Rapto)

Estudio basado en el texto del libro de Isaías 49.8-23 "Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades; para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos. No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas. Y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas. He aquí estos vendrán de lejos; y he aquí estos del norte y del occidente, y estos de la tierra de Sinim. Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia."

Lectura Bíblica: Isaías 66.1-14,16-20 *
 
      Cada frase está conformada por las palabras que salieron de la boca del Señor Jehová de los ejércitos, dadas al profeta Isaías y dirigidas a Israel para que viva por sus generaciones en la certeza  de que esas palabras de Dios le aseguren esperanza. ¡Cada precioso verso de este capítulo 49 de Isaías, hermanos, amigos, lectores y oyentes, me fortalece mi fe! Ello, debido a que el Señor estableció un paralelismo con estos últimos días en la vorágine pre-apocalíptica.
     Toda lectura que hacemos de las Escrituras está impregnada de 6 elementos, que son: Amor, Fe, Esperanza, Benignidad, Misericordia y Piedad, los cuales parecen emanar como el rocío del monte Hermón que baja por las vestiduras de los dichosos bienaventurados que han alcanzado la salvación y la vida eterna… Pues Dios tiene misericordia y bendiciones. Leemos Salmo 67.1, 6… "DIOS tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah)… porque… Entonces la tierra dará su fruto”. ¡Honra y gloria es la bendición del Dios nuestro a los que le aman y caminan en obediencia a sus mandamientos! Porque él preservó la vida de nuestra alma, no permitiendo que nuestros pasos se deslicen hacia el error y el pecado; y aunque pecamos, la fidelidad suya obra a manera de recompensa, ya que cuando tenemos necesidad de perdón y reconciliación: somos restaurados por él. ¡Aleluya! Nuestra oración debiera ser así: «Señor, tú nos pruebas en este tiempo difícil. Muchos andan juntos, caminando en sus rebeliones delante de ti. No quieren oír a la voz de tus mensajeros que hacen tu voluntad. Pues así sucedía con Israel, a los cuales israelitas enviabas tus profetas, quienes les advertían que se arrepintieran de sus rebeliones… Mas ellos no querían oír. Y perseguían y mataban a tus profetas: dice la tradición, que el malvado rey Manases aserró a Isaías entre dos tablas. Muchos piensan que Hebreos 11: 37 (fueron aserrados) es una referencia al martirio de Isaías; o los profetas que mató el rebelde rey Saúl; o el totalitario rey Acab y su esposa Jezabel; o las amenazas contra Amós por parte del sacerdote Amasías, quien notificó al apóstata rey Jeroboam, rey de Israel… "Entonces Amasías sacerdote de Beth-el envió á decir á Jeroboam, rey de Israel: Amós se ha conjurado contra ti en medio de la casa de Israel: la tierra no puede sufrir todas sus palabras. Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá á cuchillo, é Israel pasará de su tierra en cautiverio. Y Amasías dijo á Amós: Vidente, vete, y huye á tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allí: Y no profetices más en Beth-el, porque es santuario del rey, y cabecera del reino” (Amós 7.10-13); o Zacarías hijo de Berequías. Ellos han determinado seguir en su obstinación y alejados de ti. Eran obstinados y rebeldes, no cambiarán.
   ¿Podríamos también nosotros decir: “OIDME, los que seguís justicia, los que buscáis á Jehová: mirad á la piedra de donde fuisteis cortados, y á la caverna de la fosa de donde fuisteis arrancados. Mirad á Abraham vuestro padre, y á Sara que os parió; porque solo lo llamé, y bendíjelo, y multipliquélo. Ciertamente consolará Jehová á Sión: consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto de Jehová; hallarse ha en ella alegría y gozo, alabanza y voz de cantar. Estad atentos á mí, pueblo mío, y oidme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos. Cercana está mi justicia, salido ha mi salud, y mis brazos juzgarán á los pueblos: á mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza. Alzad á los cielos vuestros ojos, y mirad abajo á la tierra: porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores: mas mi salud será para siempre, mi justicia no perecerá. Oidme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus denuestos”…? (Isaías 51: 1-7). Sí es así: ¡Tenemos esperanza!


     El Antiguo Testamento anticipó que los mensajes que Dios envió por medio de Sus -ciertamente verdaderos- profetas, tendrán cumplimiento. Veamos una muestra de esto, por ejemplo, en cuanto a Sus dos advenimientos (de Jesús). Leemos en Hechos 1.11… “Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. El Antiguo Testamento anticipó la venida del Mesías, que ello tendría dos aspectos: el primero, de rechazo y sufrimiento (por ejemplo, lo que dijo el profeta Isaías en el capítulo 53 de su libro); y el segundo aspecto, de gloria y poder terrenales (como lo que expresaran los profetas del Dios viviente, en Isaías 11; Jeremías 23; Ezequiel 37). A menudo estos dos aspectos aparecen juntos en un mismo pasaje, como en el Salmo 2. Los profetas mismos se hallaban perplejos a causa de esta aparente contradicción. Así, en 1 Pedro 1.10-11 dice… “De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir á vosotros, han inquirido y diligentemente buscado, Escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir á Cristo, y las glorias después de ellas”. El problema se resolvió mediante un cumplimiento parcial de la profecía. En su debido tiempo, el Mesías, quien había nacido de una virgen, según lo profetizado por Isaías (Isaías 7.14), apareció entre los hombres y dio principio a su ministerio,  anunciando: que el reino prometido por medio de los profetas se había ya "acercado". El rechazamiento del Rey y del reino vinieron a continuación. Por consiguiente, el Rey, habiendo sido rechazado, anunció su venidera crucifixión, su resurrección, su partida de este mundo y su regreso en gloria a la tierra. Él hizo predicciones  tocante al curso que habrían de seguir los eventos entre la partida de este mundo y su segunda venida a la tierra (Mateo 13.1-50; 16.18; 24.4; 26). ¡Este prometido regreso de Cristo llega a ser un tema prominente en los Hechos, las Epístolas y el Apocalipsis o Revelación!
     Acerca de lo que hemos visto arriba, leemos: “Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro” - Apocalipsis 22.18.
     Tomadas en conjunto, las enseñanzas del N.T., en cuanto a la segunda venida de Cristo a la tierra, en virtud de lo anunciado por los profetas y Cristo mismo, pueden resumirse de la siguiente manera: Su segunda venida (o Rapto) es un evento, no un proceso; y es personal y corpórea  (Mateo 23.39; 24.30; 25.31; Marcos 14.62; Lucas 17.24; Hechos 1.11; 1 Tesalonicenses 5.2-3; 2 Tesalonicenses 1.7 al 10). Su Segunda Venida tiene una triple relación con la Iglesia, Israel y las naciones  (Nota por C,F. Lincoln).
     Hoy, ya alcanzamos lo que no esperamos. Es inalterable, irrevocable, lo que el Espíritu de Dios determinó hace mucho tiempo, lo cual ante nuestros ojos ha comenzado a tomar forma cual si fuese un puzzle gigantesco. Y lo que él determinó tiene cumplimiento. ¡Es por eso que, más que nunca hoy, los que están alejados acérquense a Dios; busquen esperanza y la hallarán; refúgiense en la oración; mediten en las Escrituras; llenen su corazón vacío del amor de Dios; anhelen estar en comunión con los hermanos en sus congregaciones, oyendo la buena palabra de Dios que os traigan sus pastores: los cuales no sean mercaderes de riquezas materiales ni os graven (impongan) con pedidos de ofrendar para mantener estilos de vida que vayan contra las normas en las que somos enseñados por Dios!
     ¡Aún hay tiempo!… aunque queda poco ya y quizá no te alcance la oportunidad. Por eso mismo, ¡toma muy en serio lo que te estoy diciendo!
Oremos:
     «Padre celestial, nos acercamos a ti, pues estamos confiados en lo que nos revelaste por medio de tu Santo Hijo, nuestro Señor Jesucristo: en quien nuestra fe y esperanza descansan apoyadas por Sus promesas. Nos ha tocado transitar este camino del último tiempo, plagado de dificultades… El cual camino trastorna la vida de muchos: de aquellas personas, hombres y mujeres, que no confían en ti ni en tus promesas…  Ayúdanos, Señor, en este tiempo y en este transitar, porque ciertamente confiamos en ti. Amén».

Dios te bendiga ricamente. Pastor, Ricardo Iribarren.



Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren

(Biblia consultada: Reina Valera (1909) - Versículos en forma textual)

* Isaías 66.1-14,16-20:

1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

3 El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, 4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.

5 Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.

6 Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos.

7 Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. 8 ¿Quién oyó cosa semejante?, ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. 9 Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios.

10 Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; 11 para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.

12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. 13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. 14 Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.

16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados.

17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová.

18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. 

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