Un Falso Adorador y Su Recompensa
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
- Publicado en El Andar Del Cristiano (Separación) /
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Lecturas bíblicas escogidas:
"y Entonces el sacerdote Amasías de Bet-el envió a decir a Jeroboam rey de Israel: Amós se ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede sufrir todas sus palabras.
Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá a espada, e Israel será llevado de su tierra en cautiverio.
Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allá;
y no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.
Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres.
Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel.
Ahora, pues, oye palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac.
Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra".(Amos 7:10 al 17), y (1 Reyes 12:25 al 32)
Introducción:
La información transcrita que encontramos en las Escrituras nos ayuda a tomar conocimiento de cuán fácil es desviarse de la enseñanza fiel. Debemos retener esa enseñanza fiel a fin de que brinde en nosotros el efecto deseado para recordarla y que no nos deslicemos. Aclaro que a cualquier persona puede pasarle esto. Así, leemos también en Eclesiastés 11.8: "mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado alegría; si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad". Este referéndum —colocado como advertencia— es para hacernos recordar que usted y yo, antes de conocer a Dios y su bondad, ¿vivíamos en medio de qué...? ¡Sí, claro... vivíamos en medio de tinieblas! Faltos de ese conocimiento de la existencia de Dios y de su amor.
Volvamos a las Escrituras. Leemos en el libro del profeta Isaías, capítulo 43, versos del 18 al 25 (y a quien lee se le indica prestar atención a la amonestación): “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis á memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad. La bestia del campo me honrará, los chacales, y los pollos del avestruz: porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido. Este pueblo crié para mí, mis alabanzas publicará. Y no me invocaste á mí, oh Jacob; antes, de mí te cansaste, oh Israel. No me trajiste á mí los animales de tus holocaustos, ni á mí me honraste con tus sacrificios: no te hice servir con presente, ni te hice fatigar con perfume. No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios; antes me hiciste servir en tus pecados, me has fatigado con tus maldades. Yo (Dios el Señor, refrenda diciendo), yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados”
Cuando hemos sido enseñados a abandonar todas esas cosas (los pecados que hacíamos); e incluso esas cosas que a nosotros no nos parecían en realidad malas, pero que a la vista de los ojos incólumes de Dios sí lo son, entonces determinamos por propia voluntad obedecer y amar a Dios. Al respecto, leemos en Job 23.13: “Empero si él (Dios) se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, é hizo”
A) La historia sobre Jeroboam 1. Fue hijo de Nabot de la tribu de Efraín y reinó sobre las 10 tribus del norte, de acuerdo al territorio conquistado por Josué, quién repartió la tierra por mandato de Dios el Señor. Leemos en Josué 21.43-45 (RV 1909): “Así dió Jehová á Israel toda la tierra que había jurado dar á sus padres; y poseyéronla, y habitaron en ella. Y Jehová les dió reposo alrededor, conforme á todo lo que había jurado á sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus manos á todos sus enemigos. No faltó palabra de todas la buenas que habló Jehová á la casa de Israel [la casa es la familia de Jacob — inicialmente cuando bajaron a Egipto]; todo se cumplió”. Lo vemos escrito en el libro de 1 Reyes, capítulo 11 y capítulo 26: 14:20. También la podemos leer en el libro de 2 de Crónicas caps. 10.2 al 13.20. Hubo otro Jeroboam: Jeroboam 2, rey de Israel. Su historia la encontramos en el 2 libro de los Reyes, 14.23-29. Este rey, Jeroboam 2, reinó sobre Israel. Fue hijo del rey Joás (el reino dividido en el norte, cuya capital fue Samaria). Fue rey sobre Israel durante 41 años. Esta información es muy concisa; lo que nos deja entrever que su reinado en el aspecto religioso fracasó. Leemos en 2 Reyes 14.24: “E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat,(*) el que hizo pecar a Israel”. Su moralidad cayó muy bajo y socialmente declinó. Sin embargo, el Dios de Israel tuvo compasión (v.26) de los israelitas y les envió ayuda militar. Y este Jeroboam 2 afianzó la seguridad y "libertad" en ese territorio (*).
La pregunta es ¿cómo se inició todo esto? ¿Qué o cuál fue el motivo que aparejó toda esta tragedia, la cual examinaremos ahora; a saber, los conflictos que se desarrollaron y sobre las consecuencias que se cosecharon?
B) El comienzo de la apostasía y dificultades de Salomón. Leemos 1 Reyes 11.1,2: "EMPERO el rey Salomón amó, á más de la hija de Faraón, muchas mujeres extranjeras: á las de Moab, á las de Ammón, [Dt.23:3,5] á las Idumea, á las de Sidón [Ez. 28:22,24] y á las Hetheas (**); Gentes de las cuales Jehová había dicho á los hijos de Israel: No entraréis á ellas (no se casarán, o fornicarán con ellas. Esto también es para todos nosotros aquí hoy, jóvenes de la iglesia, o adulto/adulta, o alguien viudo/viuda, u hombres y mujeres ya entrados en años; e incluso para quienes están por casarse o tienen propósitos de casarse ya. No busquen esposas o esposos fuera de la iglesia; no busquen en otros lados. Antes bien, oren, porque el Señor ya tiene destinado para el hombre una esposa y para la mujer un esposo. Hombres y mujeres puros, santos al Señor; no mujeres separadas que dejaron al compañero de su pacto, o hombres que se holgaron en el libertinaje, sino puros para el Señor, es decir, no les harán el amor, no tendrán relaciones sexuales); porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas pues se juntó Salomón con amor…” Y cuando Salomón era ya viejo sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios - como sí lo fue el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. Leemos, 1 Reyes 11. 7-11: “Entonces edificó Salomón un alto á Chêmos, abominación de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalem; y á Moloch, abominación de los hijos de Ammón. Y así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban perfumes, y sacrificaban á sus dioses. Y enojóse Jehová contra Salomón, por cuanto estaba su corazón desviado de Jehová Dios de Israel, que le había aparecido dos veces, Y le había mandado acerca de esto, que no siguiese dioses ajenos: mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová á Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé el reino de ti, y lo entregaré á tu siervo”… Y (en 1 Reyes 11. 26): “Asimismo Jeroboam hijo de Nabat, Ephrateo de Sereda, siervo de Salomón, (su madre se llamaba Serva, mujer viuda) alzó su mano contra el rey,…” Todo dio comienzo a una época de intolerancia. Jeroboam se levantó en sedición contra Salomón (porque siempre los actos de rebelión arrastran consigo violencia, sufrimientos, dolor y muerte. Las "supuestas" libertades logradas hacen a los libertados más esclavos de sus propias conspiraciones).
Observemos las causas:
1) Salomón, seguro de sí mismo, y creyendo erróneamente que Dios le permitiría todo lo que él quisiera, apostató. (Ver mensaje: Muerte y Morir), (Ver Apostasía)
2) La ordenanza de Dios de tomar mujeres (solo una esposa) está expresamente descrito en Deuteronomio 17.17: “Ni aumentará para sí mujeres, porque su corazón no se desvíe: ni plata ni oro acrecentará para sí en gran copia”. ¿Por qué? Porque si lo hace será un corrupto. ¡Cuidado con el afán… pues nos inclina a desobedecer!
3) Al sabio Salomón, queridos hermanos, este mandamiento ¡se le olvidó!... ¡Lo pasó por alto! Yo creo que la sabiduría suya lo abrumó y finalmente lo llevó a su ruina, tanto a su reino como a él mismo. Tal vez supuso que tendría cierta inmunidad. Tal vez, debido a sus fueros parlamentarios, puede que especulara él: ¿quién se le habría de resistir? No obstante, sí hubo alguien: Dios lo resistió, lo desamparó y lo arruinó. El haber escrito con hermosa sabiduría y disertación en libros como Proverbios, Cantares y Eclesiastés, de hecho serán de gran inspiración para aquellos que los leemos. Sin embargo, con su conducta asumida, todo ello puso en potencial riesgo. No olvidemos que, de hecho, el libro de Eclesiastés lo escribió ya de anciano y habiéndose arrepentido. “La palabra de Cristo (Dios) habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor” (Col 3.16)… Y no con chamarritas, tangos, rock cristiano, metal pesado, reggaetón o Hip Hop; que eso es netamente basura.
Hay creyentes, hoy en día, que se vinculan con la desobediencia a los mandamientos; (Ver mensaje: El Cristiano En El Mundo) son creyentes que desoyen los consejos, que alternan con el mundo y la "piedad", que se han vuelto adúlteros y adúlteras en lo espiritual, moral y religiosamente hablando. Toda esta tibieza -es de suponer-, lamentablemente, la cual se manifestará en un rechazo a Dios y su palabra, de a poco irá ocasionando que se manifiesten en ellos dolencias ocultas, pánico, soledad, miedos diversos, melancolías (Ver mensaje: La Melancolía y El Antídoto De Dios) sufrimientos del alma, etc., La temeridad acarrea consecuencias desastrosas.
El juicio indicado por Dios contra Salomón tenía avisos y advertencias severas que no debían "olvidarse" (**).
Notemos que Jehová Dios le dijo a Jeroboam, en 1 Reyes 11.37-38: “Yo pues te tomaré á ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel [a saber, las 10 tribus de Israel: ir a vs.31]. (Ahora, hermanos, los que estáis hoy reunidos aquí en la IBBM, y los que escuchan por la radio, y aun los que leen este mensaje en forma escrita, atiendan este vs. 38, que es la clave para la interpretación que viene)Y será que, si prestares oído (pones atención) á todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, é hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo seré contigo, y te edificaré casa firme, como la edifique a David, y yo te entregaré a Israel.”
Sin embargo, este rey “trucho”, una vez que se fortaleció, huyó a Samaria y ahí reemplazó la adoración del Dios verdadero por la veneración a ídolos: becerros de metal, efigies sin vida - los cuales no veían, ni olían, ni oían, ni podían hablar. No obstante, esos eran los sustitutos del Dios verdadero.
(*) Las dinastías paganas de los descendientes, como los reyes de Israel y Judá (es decir, las 10 tribus del norte), fueron 9 en total (Veamos Génesis 46.8-27. Leemos: “Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob. Y los hijos de Rubén: Hanoch, y Phallu, y Hezrón, y Carmi. Y los hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zohar, y Saúl, hijo de la Cananea. Y los hijos de Leví: Gersón, Coath, y Merari. Y los hijos de Judá: Er, y Onán, y Sela, y Phares, y Zara: mas Er y Onán, murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Phares fueron Hezrón y Hamul. Y los hijos de Issachâr: Thola, y Phua, y Job, y Simrón. Y los hijos de Zabulón: Sered y Elón, y Jahleel. Estos fueron los hijos de Lea, los que parió á Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina: treinta y tres las almas todas de sus hijos é hijas. Y los hijos de Gad: Ziphión, y Aggi, y Ezbón, y Suni, y Heri, y Arodi, y Areli. Y los hijos de Aser: Jimna, é Ishua, é Isui y Beria, y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Beria: Heber, y Malchîel. Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió estos á Jacob; todas diez y seis almas. Y los hijos de Rachêl, mujer de Jacob: José y Benjamín. Y nacieron á José en la tierra de Egipto Manasés y Ephraim, los que le parió Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. Y los hijos de Benjamín fueron Bela, y Bechêr y Asbel, y Gera, y Naamán, y Ehi, y Ros y Muppim, y Huppim, y Ard. Estos fueron los hijos de Rachêl, que nacieron á Jacob: en todas, catorce almas. Y los hijos de Dan: Husim. Y los hijos de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem. Estos fueron los hijos de Bilha, la que dió Labán á Rachêl su hija, y parió estos á Jacob; todas siete almas. Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las almas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta”).
Tras de sí, la historia bíblica declara por la boca de los siervos de Dios (***):
Profeta Isaías: “Y nadie hay que invoque tu nombre (en Israel), que se despierte para tenerte; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades” (Isaías 64.7).
Profeta Jeremías: “Hanse vuelto á las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres” (Jeremías 11.10).
El Señor Jesús también avisa en Mt 15.6: “No deberá honrar á su padre ó á su madre con socorro. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.”
El Señor da muestras de la ley despreciada por el hombre. En Mr. 7.9 y 13: “Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento (ley) de Dios para guardar vuestra tradición (apostasía). Porque Moisés dijo: Honra á tu padre y á tu madre, y: El que maldijera al padre ó á la madre, morirá de muerte. Y vosotros decís: Basta si dijere un hombre al padre ó á la madre: Es Corbán (quiere decir, don mío á Dios) todo aquello con que pudiera valerte; Y no le dejáis hacer más por su padre ó por su madre, Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que disteis: y muchas cosas hacéis semejantes á éstas.”
El Apóstol Pablo defiende la necesidad del Evangelio en Rom. 10.14: “¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?”
El testimonio de un leproso sanado, en Lucas 17.16: “Y derribóse sobre el rostro á sus pies (de Jesús), dándole gracias: y éste era Samaritano”.
El testimonio de Pablo en Atenas, en Hechos 17.16: “Y esperándolos Pablo en Atenas, su espíritu se deshacía en él viendo la ciudad dada á idolatría”.
El fruto corrupto (obras de la carne) en el alma de las personas -producto del pecado no corregido- denunciado por el Espíritu Santo en Ga. 5.19-21: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas (es su estilo de vida) no heredarán el reino de Dios”. A esto habría que agregarle -y lo pueden hacer en sus casas- la lectura en favor de las amonestaciones contra la idolatría en 1 Cor. 10.1-21. Así Isaías exclamó en Isaías 63.16: “… é Israel no nos conoce...”
C) Abordemos ahora en profundidad este estudio, para que nos sea más dinámico, a fin de llegar a comprender los motivos que llevó al rey Jeroboam 1, rey de Israel, y a sus descendientes, a comportarse de tal manera.
En primer lugar, el ser humano refleja en su persona (incluye todo su ser: comportamiento, acciones, compromisos, decisiones, etc.) lo que su religión practica (aun siendo ateo; pues es religioso: cree en sí mismo).
Su concepto de rebeldía y/o pecado se basa en lo que haya aprendido de él mismo (de su religión). Algunos se centran en sus causas, otros en su naturaleza, y otros en sus consecuencias. Las causas del pecado, el cual arrastró a Jeroboam, se podría incluir en: la ignorancia. Las acciones de este "ignorante" produjo cambios profundos en la adoración a los demonios y el abandono del temor por Dios. Los términos principales de la Ley que sanciona a los pecadores se deben a la ignorancia, al error en no prestarle atención y a la falta de reverencia.
Este acto de deliberada ignorancia (en hebreo: Shagat y shagag) básicamente significa: Error o Desvío. Las acciones desviadas de este "ignorante" llevó a Israel a considerarse culpable delante de Dios. Dice Efesios 4.18: "teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón…” Aquí, las Escrituras nos muestran la condición moral de aquellas personas creyentes -subjetivamente hablando- en su caminar de pecado: con su mente carnal y su ceguera espiritual; con un corazón perverso, insensible a la voluntad de Dios. Personas éstas que con desenfado ostentan acusar a Dios, apoyadas en sus razonamientos, tratando de ocultar sus propios errores y poder hallar las excusas para satisfacer su vida de especulación, llevando el derrotero de su maldad a cuestas y esparciendo su testimonio de corrupción a quienes se le acerquen. ¡Cuidado, hermanos! Esto es tan volátil como el fosforo encendido, el cual logra incendiar un bosque.
A la ignorancia debemos desalojarla de nuestra alma, no tomando compromisos efectivos con ella (lean 1 Pedro 2.15) ni tratando de defendernos (excusarnos) cuando el Señor envíe su ángel para reprendernos. Ecl. 5.6: “No sueltes tu boca para hacer pecar á tu carne; ni digas delante del ángel, que fué ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aire á causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?” - o salvo en incredulidad, que eso ya es otra cosa (1 Tim. 1.13).
(Si alguien de los hoy aquí presentes -o radioyente, o lector/lectora de este mensaje- se ha extraviado de la verdad, dejándose llevar de la mano de la ignorancia, la cual le ha arrojado contra los deseos de la carne para tomar deleites diversos… arrepiéntase. ¡Aún Dios le da tiempo! El arrepentimiento sugiere responsabilidad. Atiendan lo que dice Hebreos 9.9-15: “Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto al que servía con ellos , en cuanto a la conciencia, sino en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas de la carne impuestas hasta el tiempo de la corrección. Mas Cristo ya estando presente, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por otro más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza esparcida de una becerra, santifica a los inmundos para purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente? Así que, por eso es Mediador del Nuevo Testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había debajo del primer Testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna”. Y anhelamos tomen una decisión sensata. Está vigente aún el perdón, ¡porque el amor de Cristo ha sido derramado sobre el mundo!)
Atiende tú, que te has alejado del camino de Dios por motivos diversos, no importa cuales o cuán grandes sean, Dios no quiere que te pierdas. Él te llama, te ama, quiere perdonarte, reconciliarte con él. No desestimes ya esta oportunidad. Sal de esa apostasía. Busca a Dios y dile, si fuere necesario, con un grito de angustia: ¡DIOS SÁLVAME… AYÚDAME. TE NECESITO!
(Gracias, amigo, por pasar adelante; y usted, señorita; y usted señora. Mientras siguen pasando, por favor, aquí adelante, hago un llamado a los que me escuchan en la radio, si se hallan en la misma situación; pues la invitación es la misma. Y para los que luego lean este mensaje, también para ellos es la misma invitación. Hoy, vuélvanse a Dios. ¡Pues hay espacio al pie de la cruz!)… La sangre preciosa de Cristo quiere limpiar sus almas de todo pecado, de toda maldad, de toda apostasía, de toda ignorancia. Ven amigo y amiga a Jesús. Él te está llamando.
Permítame estrechar su mano; Dios le bendiga. Dios les bendiga a todos. Paz del Señor Jesús sea con ustedes. Hermano y hermana, háblele a Cristo; confiésele a él sus necesidades. Oremos: Padre Santo, te damos gracias ahora por esta oportunidad de que estos hermanos y hermanas, que han pasado aquí al frente ahora, o quienes están escuchando la radio ahora, o quienes lean luego este mensaje escrito, hayan tomado con seriedad este asunto de querer apartarse de una vez del pecado. Gracias por tu salvación, Dios mío. Concédeles el precioso don (gracia) de la vida eterna y el bálsamo de reconciliarse contigo; porque todas nuestras acciones -que creemos buenas-, como dijo el profeta Isaías, son como trapo de inmundicia delante de tus ojos. Ayúdanos a ir y a caminar por la senda del bien, cuidándonos siempre; porque en ti está puesta nuestra confianza. Da, Señor, a todos estos la oportunidad de que bien te sirvan y guárdalos del mal. Oremos pidiendo en el nombre del Señor Jesús. Amén).
"Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros." (Santiago 4:8)
Pastor, Ricardo Iribarren.