Yo Honro a Los Que Me Honran - El Desprecio Hacia Dios (Parte 2)
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
- Publicado en El Andar Del Cristiano (Separación) /
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Tema: 1 Samuel 2:30c "El desprecio hacia Dios"
Sub-tema: "Sus Consecuencias"
Continuamos hoy desarrollando el tema que comenzamos la semana pasada, que llevaba por título "Yo honro a los que me Honran".
Ahora trataremos la parte número dos, con su título “El desprecio hacia Dios”. El texto escogido en 1 Samuel 2:12-36 lo daremos en llamar, de acuerdo a lo que desarrollaremos, "El Desprecio Hacia Dios y las Consecuencias", lo cual emana claramente de dicha porción de texto.
En el caso del sacerdote Elí, por no ejercer éste paternalmente una influencia saludable en las conductas de sus hijos - quienes también como sacerdotes del segundo orden en el ejercicio de tan honorable profesión, siendo herederos de la misma por el llamado que tuvo el Sacerdote Aarón, leamos en Éxodo 29:8-9, 44"Y les ceñirás el cinto, á Aarón y á sus hijos, y les atarás los chapeos (tiaras), y tendrán el sacerdocio por fuero perpetuo: y henchirás las manos de Aarón y de sus hijos,…, Y santificaré el tabernáculo del testimonio y el altar: santificaré asimismo á Aarón y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes". Estas Escrituras nos muestran lo relevante de aquella ordenación que llegaba a todos los descendientes de ellos. Su oficio requería especial atención en cuanto a las instrucciones respecto de los sacrificios (Éxodo 29:10-25, 38-46). Incluían, además, otros requisitos para la separación y la distinción entre lo santo y lo profano.
En cuanto al sacerdocio de Cristo y respecto de nosotros hoy, vale la misma aplicación. Por eso esto es vital para que nos formemos la idea de cuan importantísimo es nuestra función, en cuanto a sacerdocio nuestro, de cada uno, cuando nos reunimos como iglesia para ofrecer cada uno sacrificios agradables que confiesen Su Nombre: de nuestro gran Dios y Salvador, el Señor Jesucristo. ¡¡Gloria a Él por siempre y para siempre!!
Aclaración: Él dijo: "Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos" (Mateo 18:20)… como mínimo, ovejas solitarias ¡No!, (risas),… Y sí…, acordémonos cuando el pastor José Holowaty nos enseñó sobre los hermanos solitarios y “excuseros” (risas)… (Algunos comentan y musitan… ¡ y más risas!).
«Contesto esa pregunta hermana, vale ampliar. Muchas gracias por su acotación»:
Lo que nos enseña la Biblia en el Antiguo Testamento tocante al Tabernáculo, los sacrificios, el sacerdocio Aarónico, las vestimentas sencillas del sumo sacerdote y de los sacerdotes sobre los cuales se colocaban las Sagradas Vestiduras, lo vemos en Éxodo 28:4b "Hagan, pues, los sagrados vestidos á Aarón tu hermano, y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes."). Ahora veamos cuando el Señor determina poner juicio sobre los hijos del sacerdote. Busquemos 1 Samuel 2:22 y 29. Allí dice: "Eli empero era muy viejo, y oyó todo lo que sus hijos -sacerdotes- hacían con todo Israel, y como dormían [tenían relaciones sexuales] con las mujeres que velaban á la puerta del tabernáculo del testimonio. … ¿Por qué habéis hollado -pisoteado - despreciado- mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado á tus hijos más que á mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?" Estos pecados, Dios los trató como delitos sin redención alguna. No tienen perdón. Hoy esto es insultar al Espíritu Santo que habita en los santificados.
En este aspecto vale aclarar algo. Ellos ¿¿olvidaron?? que eran sacerdotes del Dios altísimo [como sucedió con el levita en Jueces 17:13, que accedió a un sacerdocio falso]. Sus personas, sus posesiones, su alimentación, sus vestiduras, sus funciones, todo estaba consagrado por Dios,… para su servicio,… ¡¡Eran sus sacerdotes -ministros-!! Eran de Él. Pero ellos prefirieron despreciarlo con sus actos. Mas el Señor Jehová les dijo: "… porque yo honraré á los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles" (1 Samuel 2:30). Él les consideró como VILES, sirviendo en rebeldía. Los hijos de Elí mostraban exacerbadamente el testimonio personal de su falsa fe. Elí y sus hijos eran simuladores, mostrando Elí una débil piedad. Honraron la carne en sus pasiones y concupiscencias, se volvieron viles. Cuánta semejanza existe hoy en día entre los falsos sacerdocios que conocemos. Así dice el Apóstol Judas en su Epístola Universal, en 1:8 "De la misma manera también estos soñadores amancillan la carne, y menosprecian la potestad, y vituperan las potestades superiores." Pablo dijo también: "¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos?" (esto lo vemos en 2 Corintios 6:16a). Elí sabía de sus malas andanzas (Salmo 101:7; Ap. 21:8). Antes de continuar… ¿Y esto, cómo nos afecta a nosotros? ¿Qué cree cada uno?
El Señor Jesús dijo: que debemos adorar al Padre en espíritu y verdad (vea Juan 4:24) porque Él se complace de tales adoradores. ¿En qué lugar, es decir, lugar físico, templo, etc.; o desde dónde debemos adorar? El apóstol Pablo nos enseña (1 Corintios 3:16 y 6:19) que somos templo de Dios y que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. ¿Cuáles son nuestras vestimentas? Abnegación, buenas obras, honradez, modestia, obediencia, santidad: contra tales cosas no hay juicio de parte de Dios. Amigos, nuestro servicio de adoración debe ser sencillo, despojado de toda ostentación y lujos, sin altivez, ni orgullo, ni soberbia, aun cuando participamos de la mesa de la comunión. Recordad la amonestación en 1 Corintios 11:23-27.
Los que siguieron y siguen su mal ejemplo: hombres y mujeres que se enrolan en cualquiera de estos tres caminos (ver mensaje: Los 3 caminos de la Apostasía). Dice Judas 1:11 “Ay de ellos! ( ver mensaje ¡ Los Ayes del Error!), porque han seguido el camino de Caín, (Génesis 4:1), y se lanzaron en el error de Balaam por recompensa (comparar Números 22:5), y perecieron en la contradicción de Coré." Ese ¡AY!, en la boca de Judas, Apóstol de Jesucristo, refleja dolor en expectación.
Tal vez haya alguien en este lugar que se identifica en su vida "cristiana" con estas situaciones que describimos aquí, y que le son deshonrosas. Su mal proceder le ha declarado ante los ojos de Dios -que todo lo ve- (porque tiene el poder de leer aún los pensamientos del corazón) que usted se ha hecho vil. ¡Tenga en cuenta que usted se ha vuelto una contradicción! Fue salvado de sus pecados -transgresiones- y ahora vive en la maldad de ellos. ¿Qué espera para darse cuenta ?¡Reaccione, por favor!
El Honor es el principal objetivo de vivir. Pueden las personas tener de todo, pero si no tienen honor, no tienen nada. Vivir así, es vivir miserablemente.
El Honor suele ser más apreciado según es dado a la persona que lo recibe...
Continuará…