El Agotamiento
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
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Mensaje dado en el programa radial de Buenos Días Mundo, intitulado "El Agotamiento"
Basado sobre el (a) Salmo 69.1 y (b) Mateo 11.28-29
a) “Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma”.
b) “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”.
Introducción Si sientes que la vida es abrumadora y las tareas de cada día parecen imposibles de sobrellevarlas… probablemente estés agotado.
Te comparto tres citas de la Biblia
Proverbios 30.32 “Si caíste, fue porque te enalteciste; y si mal pensaste, pon el dedo sobre la boca”.
Eclesiastés 2.22 “Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y fatiga de su corazón, en que él trabajó debajo del sol”
Jeremías 45.3 “Tú dijiste ¡Ay de mí ahora! Porque me ha añadido el SEÑOR tristeza sobre mi dolor; trabajé en mi gemido, y no he hallado descanso”.
Sí quedas exhausto y te sientes desesperado durante un período de trabajo prolongado; si sientes la sensación de que nunca terminas la tarea, o sí estás en una rutina de la que parece imposible escapar… probablemente estés agotado. Cuando te sientes así es posible que incluso te amargues con Dios.
Entonces surge la pregunta ¿Qué antídoto hay contra el agotamiento
Veamos Éxodo 18.21-23 “Además considera tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y pondrás sobre el pueblo príncipes sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez. Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo negocio grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo negocio pequeño alivia así la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz a su lugar”.
Todas estas lecturas indican que debes delegar parte de tu tarea. No pongas un compás de espera… ¡Hazlo pronto! Esto puede aliviar tu carga, aumentar tu efectividad y, desde luego, brindar a otras personas la oportunidad de crecer trayendo beneficio espiritual y emocional a sus vidas, así como a la tuya.
Cuida bien tu cuerpo mediante el ejercicio. Hazlo sin exigencias que te abrumen. El descanso es un buen reparador [parar la “máquina”, desenchufarla]. La comida debe ser nutritiva, y no tanto en lo abundante. Beber en lo posible agua pura de manantial. Si no la consigues, que sea agua potabilizada y, preferentemente, embotellada en envases de vidrio. Elimina los envases de plástico. Bebe jugos de frutas frescos, naturales, en lo
posible sin agregados de azúcares. Descarta los jugos para beber en polvo. La mala alimentación y los hábitos insalubres facilitan el agotamiento. Todo lo que se hace en exceso daña. Sobre todo porque repercute en tu andar diario. Te comparto un versículo de la Palabra de Dios, en Isaías 30.15 “Porque así dijo el Señor DIOS, el Santo de Israel En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza; y no quisisteis…”. Y te repito Mateo 11.28-29 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Ver Mensajes “Venid, Obedeced El Llamado De CristoJesus” y “Dura Servidumbre”).
Cuando estés agotado la clave para la recuperación y la renovación espiritual, emocional y también la física, es volver al Señor en busca de ayuda. La fortaleza que necesitas para perseverar en el trabajo y en las dificultades de la vida viene solamente de Dios. Él promete llevar tus cargas y darte el descanso que necesites.
La promesa de Dios que deseo compartirles les traerá muchos beneficios sin acotar las bendiciones. Se encuentra en Isaías 40.29 al 31 “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los jóvenes se fatigan, y se cansan; los niños flaquean y caen; pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
El profeta Isaías nos dejó un legado de su propia experiencia, con el fin de facilitarnos la comprensión y la certeza de que cuando nos hallemos en un estado de abatimiento, sea físico, mental-emocional, o incluso espiritual ¡hay salida segura!
Dios les bendiga muy ricamente.