El Viajero De La Eternidad
- Escrito por Pastor Ricardo Iribarren
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Mensaje: Basado en la profecía dada por el Señor Dios al profeta Miqueas… Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo (Miqueas 5.2).
Así el salmo 121.8, dice, Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.
Y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Al estudiar esta profecía encontramos que la revelación de la misma se sostiene con el fuerte argumento de la provisión que Dios había anticipado en el principio, la cual Adán y Eva habían perdido por su desobediencia al mandamiento de Dios, con las consecuencias inimaginadas por ese acto desafiante de ruina que sobrevino a ellos y a toda la estirpe humana (Leemos Génesis 3.1-6… EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis; Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella)… Dicho pecado trajo consigo la separación de Dios con el hombre, esa comunión consustancial entre el Creador y su creación (el hombre) y su consecuencia trágica y terrible: la muerte espiritual; deviniendo en que el hombre se reproduce, ya que nace por la bendición otorgada (vemos Génesis 9.7… Mas vosotros fructificad, y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella); y ello con el consiguiente bagaje, a saber, que se hartará su vida (del hombre) de sinsabores, tales como las obras del trabajo y del esfuerzo para poder subsistir (ello se menciona en la Biblia, esto es, el fruto de la carne, de los cuales pecados Pablo declara, en Gálatas 5: 19 a 21… Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Envidias, homicidios [incluye el aborto], borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas…)…Y estas cosas son las que apesadumbran la vida del ser humano. Evidentemente, la canasta está llena de pan mohoso que no se puede comer. Buscamos, cual en un férreo combate, separarnos, con mucho esmero y esfuerzo, de estas cosas y poder de esta manera vivir una existencia más saludable (en todo sentido) ante los desbordes que nos apremian en esta vida. Sin embargo, todo ello produce desgaste, erosión en el alma y en el espíritu. Esto sobreviene por la falta de la beneficiosa acción del Espíritu Santo ante tal situación de decadencia moral; lo cual anticipa vivir así: arrastrarnos a la desesperación. La angustia y el dolor se suman a la dolencia espiritual que provoca el pecado. Ello es como querer caminar por el borde de un precipicio con los ojos vendados, o querer tomar con las manos brasas de enebro sin la protección adecuada, lo cual puede causarnos daño importante. Así también sucede en nuestro ser espiritual… La ausencia del Viajero de la Eternidad: la estrella de Jacob (Números: 24.17), también se dio a conocer por el profeta Haggeo... Y vendrá el Deseado de todas las gentes… (Haggeo 2.7). Su nombre: Jesucristo, quién es ofrecido por Dios como Salvador, ya que nuestra vida, nuestro destino eterno, está en juego. El ofrecimiento
está dirigido a la aceptación de la oferta de Dios: cielo o lago de fuego… ¿Cuál de ellos se escogerá? Cuando se habla de escoger la salvación propiciada por el Salvador Cristo Jesús, quien es el viajero desde los días de la eternidad, estamos hablando de un amor mayúsculo, expresado en hechos realizados para nuestra redención. El rescate pagado por él con su muerte en la cruz del Calvario es por nuestros pecados (Juan: 3.16… Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna). Para entender esta sabiduría de Dios debemos despojarnos del pecado que nos asedia. Entonces, dejando las sutilezas a un costado, lo conveniente es requerir Su perdón confesándolo en arrepentimiento genuino. Con nuestra boca pedimos su perdón y creyéndolo en nuestro corazón… ¡Esto es fe… que Él, el Señor Jesús, es nuestro Salvador! Miremos el Salmo 121.8… El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.
Dios te bendiga. Pastor, Ricardo Iribarren.
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Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren
(Biblia consultada: Reina Valera 1909 - Versículos en forma textual)
(Revisión literaria y diseño gráfico mensaje: Miguel Ángel Vreska: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
Fecha: 01.05.2025