¿Es Dios el creador?
- Escrito por Pastor, Ricardo Iribarren
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Leemos Génesis 1:1… “En el principio crió Dios los cielos y la tierra…”
Debemos valorar la evidencia devastadora del mismo verbo “crear” (BARA, en hebreo), tanto como de los otros verbos similares: “hacer” = (ASAJH) y “formar” (YATSAR): que los mismos pueden tener como sujeto tanto a Dios como a un ser humano. Se puede aplicar el participio “BARA” o “BORE” (Creador) a un artesano de metal, por ejemplo. En el lenguaje español podemos referirnos a la “creatividad” de un artista. Pero en hebreo, el sujeto de “BARA” pertenece invariable y exclusivamente a Dios.
Cuando en este versículo se hace referencia a Su obra en la creación original, nunca se menciona el material utilizado. Pero con frecuencia el verbo se refiere a la actividad presente y futura de Dios.
En términos teológicos es sinónimo de “transformar”. Los matices tienen que ver con:
⌂ Lo nuevo
⌂ Lo inesperado
⌂ La perturbación
⌂ Lo milagroso
Y a lo largo de todo ello hay una acentuación constante del carácter incomparable de Dios.
Veamos algunas referencias:
Sobre el futuro de Israel:
“Y él dijo: He aquí, yo hago concierto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas (literalmente: creadas) en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque ha de ser cosa terrible la que yo haré (crearé) contigo” (Éxodo 34:10).
El destino de los coretitas: de Coré (Números 16:30):
“Mas si Jehová hiciere (literalmente: creare) una nueva cosa…”
Sobre la transformación del pecador (Salmo 51:10):
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Sobre el carácter incomparable de Dios (véase Salmo 89: 6-12; Isaías 40:25-26; Isaías 42: 5,8-9).
Sobre la alegría que llegará en días posteriores (véase Isaías 63: 17-18).
Y por último, un ejemplo (Jeremías 31:22):
“Porque Jehová criará una cosa nueva sobre la tierra: una hembra rodeará al varón”.
Como hemos visto, no se menciona material alguno. En consecuencia, no se le puede comparar (a Dios) a ningún otro dios ni con cosa alguna de Su creación. Tampoco se lo puede contener, o limitar, o someter.
Él creó y sigue haciendo; y por eso el mundo está lleno de sorpresas agradables y otras no tanto. La vida de la humanidad está preñada con la posibilidad siempre de nuevos comienzos: como lo expresa el profeta en el libro de Lamentaciones, en un atisbo de esperanza en medio de sus quejas amargas:
“Nunca decayeron sus misericordias. Nuevas (literalmente: creadas) son cada mañana… (Lamentaciones 3: 22-23).
Dios bendiga tu vida. Pastor Ricardo Iribarren