PECADO… UNA ENFERMEDAD ESPIRITUAL
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
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Palabra del día: Evangelio de Lucas 17: 11-19 "Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado."
Resumen:
El Señor Jesús caminaba entre judíos y gentiles. Iba a Jerusalén. Al entrar a una aldea se encontró con 10 hombres leprosos, que a gritos le rogaron ser limpios de esta repugnante enfermedad.
Indudablemente estos hombres habían reconocido la autoridad del Señor. Entonces él les mando, como dice la ley de Moisés, a presentarse a los sacerdotes. Y obedeciendo ellos, y yendo, en el camino fueron limpiados los 10. Entonces uno de ellos, conociendo que fue sanado, se volvió hacia donde estaba Jesús para darle gracias, glorificando a Dios a gran voz. Y cuando lo halló, se postró en tierra a sus pies y le adoró. ¡Y este era gentil! Entonces, viendo Jesús su fe le dice: “Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (ver. 17,18,19).
Palabra que me enseña:
Jesús vino al mundo a ofrecer salud física y espiritual. Y aunque hay veces que lo primero no se manifiesta, lo segundo es importantísimo.
Cuando una persona enferma comienza en ella, según el tipo de enfermedad que la aquejó, un acelerado o lento proceso de destrucción física. La enfermedad de la lepra, por ejemplo, es degenerativa y va corrompiendo el estado de la carne de la persona, así como su espíritu va siendo diezmado por esta causa. Se recurre a los facultativos especializados para poder hallar un tratamiento eficaz y rápido; utilizando medicinas alternativas que curen la enfermedad, detengan el foco infeccioso, lo destruyan y permitan así la recuperación del paciente.
Hay enfermedades que se curan y otras que no se curan; hay remedios eficaces y otros que no lo son; hay tratamientos que son muy prolongados y otros que son relativamente rápidos. En todos los casos se debe actuar con precaución, con responsabilidad. No obstante, muchas veces los pacientes mueren a causa de la enfermedad.
Aplicación:
En el Antiguo Testamento la lepra era considerada una maldición de parte de Dios. Y los leprosos debían abstenerse de convivir con el resto de las personas no enfermas.
La lepra es una enfermedad altamente contagiosa y repugnante, pues la carne del cuerpo se corrompe lentamente y sin pausa. El olor que produce se torna nauseabundo.
Dios trata al pecado y lo considerada como una enfermedad espiritual contagiosa y repugnante, que lentamente va corrompiendo (pudriendo) el alma de la persona.
Mis pecados fueron limpiados de mí cuando creí en CristoJesús como mi Salvador. Él sanó la enfermedad de mi alma, la cual hedía repugnante delante de Dios. Mis llagas abiertas por la maldad supuraban continuamente debido a mis pecados. El reconocer mi condición de enfermedad espiritual me permitió acercarme a Jesucristo y solicitar mi cura a través de
su perdón, confesándome pecador. Esta acción de fe me limpió por medio de la Sangre de Cristo. Lo que obtuve fue el perdón de mis pecados. ¡Hoy soy limpio!
Oración:
«Señor Jesús, te agradezco tu infinito amor y bondad con que me has tratado. Soy hombre pecador y necesito de ti diariamente; siempre. Lávame más y más de mi maldad. Límpiame y seré limpio. Lávame y seré más blanco que la nieve, como dice en el Salmo 53, versículo 6. Amén».
Ver mensaje: El Rechazo a Adorar a Dios
Dios te bendiga. Pastor Ricardo Iribarren
(Tipeo del original, corrección ortográfica y diagramación de hoja: Miguel Angel Vreska)
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Edición y Montaje por Nicolas Benjamin Gonzalez
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