El Precio a Pagar Por La Mundanalidad (Parte Nº 2)

Continuación…

   2º) Lot quedó excluido:… ¿De qué quedó excluido? — Separación de los herederos de bendiciones.

   3º) Alerta de Vigilancia: En las Escrituras, tocante al compañerismo hacia los que tienen los ojos abiertos, pero que han caído o se apartaron de la gracia de Dios, tomando a la ligera su devoción cristiana o tropezando en la Palabra de Dios, leemos en Números 24:3.4… “Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Y dijo el varón de ojos abiertos: Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vió la visión del Omnipotente; Caído, mas abiertos los ojos”. Como dijera el falso profeta Balaam, también nosotros, creyentes cristianos, ¿cuántos creyentes con los ojos abiertos comprendieron, después de haber conocido a Cristo, las verdades espirituales y, no obstante esto, se han apartado en manera deliberada de la compañía  de los creyentes, cargados de excusas, atraídos por el mundo y los deseos de la carne… estando éstos de esta manera en la condición de "caídos"? Así también acaeció a Lot.

   Su situación fue semejante: viviendo en Sodoma (Génesis, Capítulo 14) fue rescatado por su pariente más cercano. Cuando Lot fue hecho prisionero por el rey pagano Quedorlaomer, su tío Abram acudió en su rescate. Estuvo con Abram en su encuentro con Melquisedec, el rey de Salem. Vio Lot todas las hermosas bendiciones... las cuales rechazó nuevamente, volviéndose a Sodoma. Noten que dos veces fue rescatado de su vana manera de vivir. La primera vez por su tío Abram; y la segunda, por los ángeles de Dios — gracias a la intercesión de Abram. Sin embargo, esto no pareció importarle.
   
   Lot perdió la bendición del cielo. Quedó excluido del Pacto de Dios, que concertara con Abraham, y sin descendencia "santa" — como sí sucedió con Isaac: el hijo de la promesa declarado por Jehová a Abraham (Génesis 21.1-7). Esta exclusión —que por Su sabiduría divina, Su omnisciencia, claro está, Dios sabía lo que acontecería en el futuro con respecto al comportamiento de los hijos de Lot (Moab y su otro hijo Amón, como dice Génesis 19.37)— aconteció después de que Israel dejó Egipto (Éxodo 12.51) y llegaron a Moab (Números 21.29; Deuteronomio 2.9 y 19). Israel no debía tener relaciones de amistad con ellos, porque los moabitas eran paganos (Números 25.1-2: “Y REPOSO Israel en Sittim, y el pueblo empezó á fornicar con las hijas de Moab: Las cuales llamaron al pueblo á los sacrificios de sus dioses: y el pueblo comió, é inclinóse á sus dioses”; 1 Corintios 10.5-12,14: “Mas de muchos de ellos no se agradó Dios; por lo cual fueron postrados en el desierto. Empero estas cosas fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis honradores de ídolos, como algunos de ellos, según está escrito: Sentóse el pueblo á comer y á beber, y se levantaron á jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veinte y tres mil. Ni tentemos á Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor —esto es la paga del pecado: morir— Y estas cosas les acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado. Así que, el que piensa estar firme, mire no caiga… Por tanto, amados míos, huid de la idolatría”… o de casarte con una mujer moabita y estar unidos en yugo desigual). Este motivo es más que suficiente para demostrar la infidelidad con que traicionó Israel la relación de amistad con el Dios verdadero, desobedeciendo y olvidando la historia de su redención provista, precisamente, por ese Dios que lo rescató de aquellos amargos días de esclavitud y de dura servidumbre (ver mensajes: Dura Servidumbre y Venid a Una Buena Compañía).     

   Olvidó Israel las advertencias. Se apartó de la amistad de Dios y de la obediencia  hacia Él. Hizo caso omiso; no tomando en cuenta, acaso, que del otro lado estaban Satanás y los demonios. En su primera carta a los Corintios, el apóstol Pablo escribió dos capítulos asociados a este respecto, para enseñanza a la iglesia y advertencia a los creyentes de esta dispensación. Veamos. En el capítulo 10 de su Epístola (leámoslo en nuestras Biblias), el apóstol presenta una clara advertencia contra la idolatría; y en el capítulo 11, hace hincapié respecto de los desórdenes en la celebración de la Cena del Señor. ¡Qué solemne amonestación!
   
   Lot lo perdió todo, en lo tocante a las bendiciones espirituales y algunas también materiales. ¡Qué oportunidad perdida! ¡Bendiciones arrebatadas por tomar malas decisiones! El escritor de los Proverbios no se equivoca al decir con claridad que el pecado atrae...  Leemos: "Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y detenido será con las cuerdas de su pecado"  ~ Vemos también: "Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte" (Proverbios 14.12);  "Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma" (Mateo 26:41). Sodoma atrajo a Lot, dejándose él seducir: "Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es suave" (Proverbios 9:17). El pecado hecho en oculto tiene esa característica.
 
   III) La Seducción: es el engaño encubierto, descarado; porque la mundanalidad favorece la rebelión, es decir, la rebelión  contra el orden —los mandamientos— de Dios. En donde no hay orden el caos se adueña de todo. Se adueña de la vida de las personas, arruinando su moral; sus ideales se vuelven retorcidos: violentan la ley y el orden; se vuelven ignorantes (“yo no podré traspasar el dicho de Jehová” Números 24.13 b), desobedientes, confían en sí mismos, se olvidan de Dios y de su amor; son burladores, querellosos, rencorosos, traicioneros, cobardes, asesinos; su alma se les infecta de enfermedades espirituales y emocionales; odian (ver mensaje: Dura Servidumbre); cada cual vive a su manera (“Matará al malo la maldad…” Salmo 34.21; “Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos.” Deuteronomio 28.34).

   En cuanto a Lot, sus ojos se habían deslumbrado con las luces del valle, tenebrosas éstas. Antes de tal ceguedad de luces sus oídos se hallaban atentos y se agradaba de oír lo hermoso de la música en solitario. Anhelaba escuchar las buenas directrices de Abram y caminar bajo el resguardo del Omnipotente. Gustaba de escuchar aquellas conversaciones con su tío Abram en la tranquilidad del encinar de Mamre, después del saludable trabajo, en donde Abram compartía con su sobrino sus sueños y anhelos.

   No obstante… “Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte.” (Proverbios 14:12). Veamos las Consecuencias resultantes de ese camino escogido por Lot. Hay también un reflejo de ello en nosotros. Quizá 2 Pedro 2.7 se deba a una aclaración en cuanto al sentido de su vida (de Lot). Veamos: “Y libró al justo Lot, acosado por la nefanda conducta de los malvados...”
 
A) Las Dos Sendas: Segunda Consecuencia
   
   Primero creyó Lot que ir al valle era una gran oportunidad (claro, esto habría sido así si lo hubiera acompañado Dios, y si hubiese sido Su voluntad). Su prosperidad negociada por la ambición le atrajo mansamente. Como cordero al matadero fue seducido engañosamente… Amigo, amiga; hermano, hermana, ¿te ha sucedido a ti algo semejante y te has apartado de Él?... por favor, regresa a Dios... Lot no lo hizo.

   En el principio (como siempre suele acontecer), todo le fue bien. En todo ese tiempo —quizás 20 años o más de vivir en el valle de la Sodoma, rodeado de una sociedad  de liviana moralidad (o una suciedad de artera moralidad) idólatra, pagana, de vida en dura servidumbre; de arraigarse en una sociedad sucia por el pecado—, Lot se hizo de

amistades y se enamoró de una mujer, con quien se casó y tuvo dos hijas. “¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? porque el fin de ellas es muerte.” — Romanos 6.21. ¿Hermanos, se puede vivir todo el día en un chiquero?... Bueno, el chancho —o puerco— vive ahí. A los chanchos les gusta estar y sentirse sucios: les agrada la suciedad. Esto es porque les agrada vivir a allí y de ese modo. Es su instinto… [risas generales de la asistencia]… Pero el chancho no fue hecho a imagen y semejanza de Dios; el hombre sí. El chancho —o cerdo, o puerquito— no tiene moral. No sabe lo que es bueno o malo; lo que es el bien y lo que es el mal; no tiene sentimientos (aunque por ahí suelen aparecer vídeos demostrando que alguno de estos animalitos tiene sentimientos hacia los humanos… Quizá simpatía, apego, inclinación, pero nada más).

B)  La Senda Escogida: Le Llevó Inexorablemente al derroche de su vida

   1) Algunos signos de ello. Basados en Génesis 13.11.
   Dentro de ese caminar diario, el sendero de conducta que comenzó a trazarse sobre la vida de Lot puso de manifiesto, en cuanto a su proceder relacional, que sus vecinos comenzaron a observar en él un sano juicio — de hecho, promovido por aquellas instancias de relación cuando convivía con Abram y Dios en la meseta (en 2 Pedro 2.7 es reconocido como justo). Alejados de todo esto, que ahora había comenzado lentamente a involucrarse con sus negocios en Sodoma, sus habitantes eran gente impía llenas de maldad (Génesis 13.13 “Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores para con Jehová en gran manera”). Estas gentes lo consideraban a Lot "un extraño" (Génesis 19.9b). Él era de otra nacionalidad; de costumbres y alimentación diferentes. ¿Por qué? Tenía un buen testimonio personal. Él era un hebreo, de religión monoteísta (creía en un solo Dios Todopoderoso. Conocía mucho sobre de ese Dios. Tal vez seguía relacionado con Dios); era trabajador, honesto. Sabía Lot que Dios había creado al hombre y a la mujer para vivir en familia, en respeto mutuo. No obstante de todo esto, las sendas eran ambiguas; no fortalecían su fe, ni impactó ello en su familia.

   Egoísmo: el primer fracaso espiritual que lleva hacia el egoísmo siempre está unido a su familiar más cercano: la Avaricia: “…Y alzó Lot sus ojos, y vió toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyese Jehová á Sodoma y á Gomorra, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar.” (Génesis 13:10).

   Sí, un lugar de bendición y también de tentación. No olvidemos que en el huerto de Jehová también se hallaba la serpiente: Satanás. Allí tentó a Eva y a Adán. Ellos cayeron; arrastrando de ese modo a toda la humanidad a la ruina física, emocional y espiritual. Satanás y sus demonios también hoy se encuentran sobre la “llanura”, con el firme propósito de seducirnos y engañarnos —a toda la humanidad actual— de que todo es bello, bueno, noble; y así poder alejarnos progresivamente de la comunión de Dios y devastarnos. Esto que hizo Lot también puede acontecer con nosotros, es decir, dicho comportamiento. Es por ello que debemos poner mucha atención y revestirnos de toda la armadura de Dios. Debemos estar atentos y vigilantes; porque todos nosotros vivimos en la “llanura”: en el valle y la seducción. Y el engañador de las almas está al acecho. La serpiente antigua, el diablo, también tiene su reino allí.

   Jesús nos dijo: Velad, Vigilad, Defended.

   Notemos algunas citas en la Biblia:
Salmo 102.7 “Velo, y soy como el pájaro solitario en el tejado.”
Mateo 24.42 “Velad pues…”
Marcos 13.33 “Mirad, velad y orad… ”
Lucas 21.36 “Velad pues, orando en todo tiempo…”
1 Corintios 1613 “Velad, estad firmes en la fe…”
Efesios 6.18b “…y velando en ello con toda instancia y suplicación…”
1 Tesalonicenses 5.6 “…antes velemos y seamos sobrios.”
Hebreos 10.39 “Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.”
1 Pedro 4.7 “…sed pues templados, y velad en oración.”
Apocalipsis 16.15 “Bienaventurado (feliz) el que vela, y guarda sus vestiduras (acciones), para que no ande desnudo (en pecados), y vean su vergüenza (condenación)”.

    En los 10 versículos mencionados podemos apreciar las insistencias de parte del Espíritu Santo respecto de mantenernos despiertos, vigilantes; de volvernos cuidadosos. En los evangelios,  Jesús insistió en ello. ¡Qué solicitud tiene por nosotros!
¡Gracias!, Señor, por tu información. ¡Gracias!, por tu atención que nos brindas para el socorro oportuno, librándonos de la seducción de caminar en sendas equivocadas: sendas que nos conducen a la consternación y el horror. ¡Gracias!, porque nos das aviso en las Escrituras en pos de que cerremos nuestros ojos para evitar el engaño… Pero aun así, ¡ayúdanos, Señor!

   Amigos, hermanos, y quienes nos escuchan por la radio o leen nuestros mensajes, cuando se pierde el testimonio, lo perdemos todo. ¡Los animo a cuidar su testimonio! El mismo comprende: su vestimenta espiritual ante Dios y ante los hombres. Y agrego algo más, antes de hacer un cuarto intermedio y luego continuar con la tercera y última parte de este estudio. Veamos. Sí surgiere en tu Andar Cristiano algún escenario, por ejemplo, tal como este que  describimos a continuación: si en algún momento, en tus labores, oficios y/o habilidades de trabajo, ambicionaras codiciosamente más ganancias, ¡CUIDADO! podría ser que tu corazón esté comenzando a incitarte en pos de caminar en sentido equivocado — diríamos,  algo así como andar de contramano por un camino de montaña [risas generales de la asistencia].
a) Ello te puede conducir a la mezquindad: Tienes y deseas más. Puedes volverte avaro.
b)  Te arrastrará hacia sí: La soberbia y el orgullo se enroscará en tus decisiones. Te verás atrapado en la necedad y la insensatez para vivir tu vida, tal como le sucedió al rey Joas (veamos 2 Reyes 12.18 "por lo cual tomó Joás rey de Judá todas las ofrendas que habían dedicado Josafat y Joram y Ocozías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro que se halló en los tesoros de la casa de Jehová y en la casa del rey, y lo envió a Hazael rey de Siria; y él se retiró de Jerusalén.").
c) Tu conciencia se irá tornando apática. Poco a poco irá perdiendo sensibilidad hacia lo malo: a lo cual lo aprobarás como bueno. He ahí el pecado de David en lo concerniente a Urías heteo (Vean 2 Samuel 11.15 "Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera."). En todos estos ejemplos hemos podido ver las Dos Sendas.

IV) El Andar del Cristiano

   3° Consecuencia: La mundanalidad de Lot hizo costarle la pérdida de su familia. Humana y espiritualmente, ¡una calamidad!
   Un dicho popular dice: "Dime quién quieres ser, y descubrirás quién eres".
Por tres veces Lot fue socorrido en Ur y en Sodoma. La primera vez cuando siguió a su familia, que salía de Ur de los caldeos, prosiguiendo al lado de su tío Abram; y las dos anteriores: cuando fue rescatado, luego de haber sido hecho prisionero, y escuchó y vio a Melquisedec; y cuando nuevamente decidió irse otra vez a Sodoma y fue salvado por la intercesión de su tío Abraham, quien fue informado (Génesis 18.20) por el Todopoderoso Dios de la situación inmoral y espiritual en que se encontraban las ciudades de la llanura. En verdad, Satanás, el enemigo de Dios y de las almas, había hecho un gran trabajo allí. Ante la santa mirada de Dios, la siniestra maldad de ese territorio, el vergonzante estilo de vida que había escogido llevar su gente, llegó a su colmo: colmó el vaso. Fue demasiado. El Salmo 107.17 dice “Los insensatos, á causa del camino de su rebelión Y á causa de sus maldades, fueron afligidos.” Por esto la decisión tomada por Dios no tiene vuelta atrás (hemos visto algunos de sus juicios recientemente. Creo yo que el Tsunami que vino sobre las costas de Sumatra, hace pocos años atrás, fue un juicio de parte de Dios. En Chernobil, creo, sucedió lo mismo). Amigos, hermanos, cuando aparecen sucesos en los cuales los humanos no han intervenido directamente (aunque en muchos casos, sí indirectamente), pareciera —nos parece— que dichos acontecimientos llegarán al colmo. Algo similar aconteció en la prevaricación de Israel y Judá, y lo que vimos con Belsasar (Daniel 5.24 "Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura."), decía que cuando toma va hacer algo, lo hace en este caso envió por la mano de dos ángeles, y  Lot la salida sin retorno con la pérdida de todo lo que tenía, un gran dolor sobre su alma, perdió a su esposa , quien se volvió estatua de sal, por su propia desobediencia de no mirar hacia atrás, sus dos yernos que perecieron en la destrucción de la ciudad pecadora, cuando huía con dirección  hacia la ciudad de Zoar, indicada por los ángeles de Dios. Así Zoar, otra ciudad malvada, no fue destruida, porque Lot y su familia iban hacia allí. Interesante para hacer otro estudio, ¿verdad?

   Y qué entonces de nosotros: quienes vivimos en un territorio también muy semejante al descrito en las Escrituras… Donde cuyos habitantes tienen cierto parecido con sus estilos de vida, y está casi pleno de idolatría y maldad; con creyentes alejados de Dios, y otros que se han convertido en sus propios “dioses”. Donde hay frustración, y donde la insatisfacción es un ejercicio a la que llaman “instrucción cívica”. Donde impera la incredulidad hacia la Palabra de Dios. Donde las desigualdades se refugian en los llamados “derechos”. Donde las injusticias van tomando diversos caminos, y en gran auge. Y donde las calamidades se desatan por todos lados. Ante este panorama sombrío, oscuro, parecería que no hay esperanza, que estamos atrapados y no tenemos salida. Entonces nos preguntamos… ¿Qué será de nosotros?...  ¿Hay salvación?

   ¡Sí, la hay! ¡Estamos aún en el tiempo de gracia de Dios, en donde él ofrece de continuo la oportunidad a todo hombre y mujer, sin interesarle cual sea su situación, la oportunidad de arrepentimiento! En su amor, Él nos guía al arrepentimiento (al genuino arrepentimiento por Su Espíritu Santo). Nos guía a que reconsideremos nuestro estilo de vida; a que no seamos como Lot -y tantos otros-, quien despreció orgullosamente la vida íntegra, que es conforme a la voluntad de Dios. ¡Esta es una oportunidad para cambiar su (la de usted y la mía) situación! ¡Hay esperanza! ¡Claro que la hay!

   Si alguno de ustedes se dejó atraer por la seducción y fue engañado, Jesús le (nos) dice: “El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio” (Marcos 1:15). Hay oportunidad, no la rechace. No posponga su situación. Dios conoce su realidad y quiere que usted se reconcilie con él. Él sabe su situación; Él sabe el dolor de su alma, lo que sufre; sabe lo que otro/s le ha/n hecho y dicho. Quizá tomó usted un camino de error; pero hay tiempo. ¡Regrese a Jesús! Él le aguarda con los brazos abiertos. Él conoce sus fracasos, sus rebeliones, sus infortunios; conoce su pobreza, sus miserias, y le ofrece su infinita misericordia. Quizá la incredulidad le atrapó y no quiere volver a Dios, y desea persistir en ello. Déjeme leerle lo que dice Jeremías 11.8 y 11 “Mas no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su corazón malvado: por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron… Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán á mí, y no los oiré”.
Examínate, hermano, hermana; amigo, amiga, si persistes en tu obstinación y vives colocando excusas para librarte de tu responsabilidad de adorador, o insinúas o  lo dices abiertamente: « ¡No, yo no voy! ¡Yo no me Junto con hipócritas!»; pues a ti te digo: ven de todos modos… Seamos uno más. Sí, también hay lugar para ti al pie de la cruz, donde murió el Salvador por ti… ¿Vas a arriesgarte a despreciar tan grande amor dado por ti? Esta dispensa (concesión) de su gracia se ofrece hoy para todos. Dijo Jesús… “Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar” (Mateo 11.28). Pide perdón a Dios.

Curso de acción: Oración
 
Te invito también a ti, radioyente, a hacer una oración:

   «Padre celestial, me acerco a ti, con todo mi dolor en mi alma, en mi espíritu, en mi cuerpo. Ten misericordia de mí. Necio he sido por haberme rebelado contra ti. La ambición me sedujo y me arrastró hacia el pecado. Soy consciente de ello y responsable. Me equivoqué, Señor. Soy culpable de creer, orgullosamente, que podía permanecer por mí mismo sin contaminarme… y no fue así. Lo asumo. También he oído muchas veces tu llamado al arrepentimiento, y sin embargo me seguí refugiando en el “encanto” de mi religión, desoyendo tu voz. Pero me di cuenta que esto es una mentira; que todo esto, que tiene que ver con religión, no puede darme la paz que necesito. No sé lo que es el amor. Señor Jesús, lléname de amor, de cariño, de afecto. Líbrame de angustias. No sé llorar de felicidad… solo de dolor. No conozco la auténtica felicidad. Señor, ten misericordia de mí. Ayúdame. Tranquiliza mi ser. No me envíes al infierno. No quiero seguir viviendo con esta culpa tan pesada sobre mi alma. Te pido perdón, Señor. ¡Perdóname, Señor Jesús! Deseo amarte como tú me has amado y amas. Limpia mi corazón. Limpia mis pensamientos. Lléname de esperanza. Aumenta mi fe. Lávame de todos mis pecados. ¡Dame vida, Señor! ¡Quiero vivir! Por tu gloria y en tu Nombre, Señor Jesús, te lo pido. Amén».

   Amigo, amiga; hermano, hermana… Una nueva vida tienes por delante, ¡y comienza a partir de este momento, con tu verdadero Dios y Salvador! Disfrutarla es lo que te mantendrá en pie. Nunca olvides sus mandamientos. Guárdalos en tu corazón. Sé siempre obediente. Esfuérzate a vivir en la gracia del Señor. Él te bendiga ricamente. Amén y amén. Pastor, Ricardo Iribarren.

Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren

(Biblia consultada: Reina Valera (1909)  - Versículos en forma textual)