La Dignidad En El Servicio
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
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Particularidades vistas en Filemón 1.15: "La Iglesia de los Efesios".
Nos hemos de reunir con un fin establecido y el expreso propósito: adorar a Dios Trino.
Nos fue concedido este lugar debajo del sol para hacer las buenas obras que nos encargaron.
Demandará constancia, y seguramente un esfuerzo al límite de nuestras propias fuerzas; mas “no nos cansemos, pues, de hacer bien” (Gálatas 6:9)… ¡Ciertamente contamos con la fuerza y el poder de Dios!
Debemos hacerlo en agradecimiento constante y sin fatigarnos. El exceso no es conveniente.
Debemos hacerlo reflejando la luz de nuestro Sol de Justicia, Cristo (Malaquías 4:2), con alegría y fervor, renunciando y denunciando a toda obra impía e infructuosa de las tinieblas; y las consecuencias de crisis que ellas desencadenan en contra de los santos.
Debemos hacerlo adiestrándonos convenientemente, a fin de que nuestros sentidos en lo espiritual no sean mal manejados por lo emocional; sino que se vuelvan diestros para saber cómo enfrentar situaciones y ofrecer la ayuda posible a quienes la necesiten…
Así seremos auténticos cristianos y sin reservas para proceder fiel y dignamente al llamado de Cristo.
Para tal fin somos adiestrados por el Espíritu de Dios, y nuestro manual provisto es la Santa Biblia.
Agregaremos a nuestra capacitación, si fuere necesario, todo aquel material que hemos acumulado durante nuestra vida en cuyas acciones y circunstancias hemos reflejado a Cristo (reflexione en 2 Timoteo 3: 14 a 17).
Estamos en la escuela de diplomacia para capacitarnos correctamente y dar a conocer el testimonio de Cristo.
Somos enviados como embajadores del reino de Luz, a fin de mostrar las cartas de Misericordia y de Paz (2 Corintios 5:20… Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.) a los que habitan en regiones de sombras y tinieblas (ver mensaje: Crisis), ofreciéndoles la libertad del pecado (vemos Hechos 26.18… Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas á la luz, y de la potestad de Satanás á Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados.) en el que se hallan prisioneros sin posibilidad alguna de librarse por sí mismos. ¡Somos libres en el nombre del Gran Rey: Jehová de los Ejércitos, nuestro Señor y salvador Jesucristo!
A esta tan magna tarea, la gran comisión nos indica que debemos enseñar (Mateo 28: 19 - 20a “…Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…) los mandamientos, preceptos y la Ley de amor de Dios a todos aquellos hombres y mujeres que, hallando la libertad del pecado, estén dispuestos a seguir y amar a Dios. Y sin omitir, en efecto, el deber y responsabilidad de la adoración al Señor… Dios te bendiga. Pastor, Ricardo Iribarren.
Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren
(Biblia consultada: Reina Valera (1909) - Versículos en forma textual)