La Conducta Modelo Exigida Por Cristo

Resumen:
Pablo, Timoteo y Silvano rogaron -y nos exhortan a los creyentes cristianos- en el Señor Jesús acerca de la manera que los tesalonicenses debían comportarse - lo que habían aprendido de ellos tres. Esta forma de comportamiento es la que, de acuerdo a lo que Él ha establecido, agrada a Dios. El Señor Jesús instruyó a sus siervos para que comunicaran la voluntad de Dios para los creyentes, la cual es: su santificación, el apartarse de fornicación, que la esposa tenga al lado de su esposo el lugar de santidad y honor establecidos: no practicando las concupiscencias de la carne [como hacen muchos matrimonios mundanos que no conocen a Dios], no ofender ni engañar al hermano o hermana en Cristo, ni a nadie: no olvidemos que el Señor es quien toma a su cargo el castigo. Dios nos llamó aparte (santificación). Veamos 1Pedro 1:14-16 “Como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. Por lo tanto, si sé esto y no hago caso, y hago lo que mi YO pretende, me estoy oponiendo a la conducta establecida por Dios y el Espíritu que mora en mí.

Palabra que me enseña:
Pareciera ser que Pablo deseaba de todo su corazón que las instrucciones de enseñanza confirmaran concienzudamente a sus discípulos en la verdad espiritual; exhortándoles, con mandato expreso del mismo Señor, avanzar en la santidad, distinguiendo y haciendo énfasis sobre la conducta modelo del creyente en Jesucristo. Los tesalonicenses fueron enseñados a ser imitadores de las iglesias que están en Judea (1 Tesalonicenses 2:14 “Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los Judíos”). Conocían el significado de lo que se les estaba hablando.
Pablo sabía de la enconada posición de la carne en contra de lo espiritual. La lucha incesante entre ambas es extenuante y difícil. El diablo conoce esto y aprovecha la oportunidad. Debemos resistir y soportar el asedio insidioso de estas tendencias. Israel tuvo siempre dificultades con esto. Al no querer obedecer ni interpretar lo espiritual, sufrieron graves calamidades. En Colosenses 1:10 se agrega más información (a modo de información, 1Tesalonicenses fue la primera epístola que el apóstol Pablo escribió), veamos: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. Veamos:
1- Andar como es digno del Señor
2- Agradándole en todo
3- Llevando fruto en toda buena obra
4- Creciendo en el conocimiento de Dios
¡Hermanos, si no se obedecen los mandamientos del Señor, estamos blasfemando su Nombre!

Aplicación en mi vida:

Dice Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.
La firmeza y la constancia de entender y aplicar en mi vida personal las ordenanzas del Señor me ayudan a que pueda lograr fidelidad hacia Él. Mi conducta cristiana, mi moral, mi carácter, mi conocimiento de Dios y su Palabra, mis pensamientos, los dichos de mi boca, mi razonamiento… TODO pertenece a Cristo. ¡Mi alma, cuerpo y espíritu son de Cristo, desde el día que le acepté como mi Señor y Dios! Sus mandamientos son luz en mi camino aquí en la tierra. Si obedezco, vivo; si por el contrario, no obedezco, ya sea parcial o totalmente, estoy muerto. Si transgredo sus ordenanzas, soy convicto de culpa; y Aquel que es mi Luz deberá juzgarme y castigarme. Si desoigo sus ordenanzas, estoy resistiéndome a Él.

Pensamiento:
Confiando plenamente en Dios, obedeciéndole, sé que camino en su verdad.

Oración:
«Bendito Dios, ¡qué grato es acercarme a ti! Esta alegría me llena de felicidad y bienestar. Estoy tan contento que anhelo bendecirte: porque sé que a Ti te agrada que yo así haga contigo… Por lo cual, también, al contemplar por las noches el firmamento, Padre, entendí que todo esos millares de estrellas, a las cuales Tú les diste vida, y que mis ojos limitados apenas alcanzan a ver solo unas pocas, se hallan agradeciéndote a Ti: porque ellas brillan, titilan, despuntan (“Alabadle, sol y luna: Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.” - Salmo 148: 3).… Y mis ojos, por las noches, observándolas, se maravillan y agradecen a Ti por tal espectáculo que me ofreces (“cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste: Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites?” - Salmo 8: 3-4)… Y así en todo. Gracias, Padre, una vez más, en el nombre Precioso del Señor Jesús, Tu Hijo amado. Amén».

Pastor, Ricardo Iribarren. Dios te bendiga.

Devocional elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarren.

(Biblia consultada: RVR – Reina Valera 1909  - Versículos en forma textual)