¿Por qué somos salvos?
- Escrito por Pastor, Ricardo Iribarren
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Salmo 106:8
Lectura bíblica: 1Pedro 1:1-2
Jesucristo es el Salvador, pero no más que Dios el Padre o Dios el Espíritu Santo.
Algunas personas no conocen el sistema de la verdad divina: Estas personas suelen pensar en Dios Padre como un ser lleno de ira y también de justicia, pero que no tiene amor. Piensan en Dios Espíritu Santo, acaso, como una mera influencia procedente del Padre y del Hijo.
Ahora bien, nada puede ser más incorrecto que tales opiniones.
Es verdad que el Hijo nos redime: esto entonces significa que el Padre dio al Hijo para morir por mí, y que el mismo Padre me ha elegido (¿calvinismo?) en la elección eterna de su gracia. El Padre borra mi pecado; el Padre me acepta y me adopta en su familia por medio de Jesucristo, y el Espíritu Santo santifica mi regeneración.
El Hijo no puede salvar sin el Padre más que el Padre sin el Hijo; así ambos sin el Espíritu Santo, si el Hijo redime.
¿No saben, por cierto, que el Espíritu Santo regenera?
El Espíritu Santo es quien nos hace nuevas criaturas en Jesucristo; quien nos engendra de nuevo para una esperanza viva que purifica el alma; quien santifica nuestro espíritu y, por fin, nos presenta sin mancha y sin mácula delante del trono del Altísimo, aceptos en el Amado.
Cuando usted dice: “Salvador”, recuerde que hay una unidad en esa palabra, es decir, el Padre-el Hijo-el Espíritu Santo. Este Salvador se trata de tres personas bajo un mismo nombre: DIOS TRINO.
Usted no puede ser salvado por el Hijo sin el Padre (neoarminianismo), ni por el Padre sin el Hijo (judaísmo), ni por el Padre y el Hijo sin el Espíritu Santo (Nueva Era).
Pero ya que son uno en la creación, son uno igualmente en la salvación y hasta que Dios tenga la gloria completa por parte del hombre, Su creación; esa gloria eterna en un mundo sin fin. Amén.
Para concluir, hemos de ser bautizados en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19), en reconocimiento del hecho de que nuestro Dios ha logrado nuestra Salvación.
Dios bendiga tu vida. Pastor Ricardo Iribarren.