¿En Manos De Quién Pone Usted Su Confianza?
- Escrito por Pastor Ricardo J. Iribarren
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“Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira”. (Salmo 40:4).
La confianza es la firme esperanza en algo. Es descansar completamente en alguien. La Biblia llama bienaventurado (feliz) a aquel que confía en Dios, y pone en guardia a aquellos que no confían en él.
Muchas bendiciones se derramen sobre los que confían en el Señor, y no se confían de los altivos ni de los que confían en los ídolos (parafraseada).
?Si el hombre pone su confianza en sí mismo es un necio, desprovisto de buen sentido - (Proverbios 28:26 “El que confía en su corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría, será salvo”). ¿Quieres justicia? No la demandes al juez, sino demándala al Señor.
?Si el hombre pone su confianza en las obras: está bajo maldición de la ley (Gálatas 3:10) “Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas”.
?Si el hombre pone su confianza en las riquezas, “caerá” (Proverbios 11:28 “El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos”).
?Si el hombre pone su confianza en la mentira, está juzgado (Jeremías 28: 15-16 “Entonces dijo el profeta Jeremías á Hananías profeta: Ahora oye, Hananías; Jehová no te envió, y tú has hecho confiar á este pueblo en mentira. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo te envío de sobre la haz de la tierra: morirás en este año, porque hablaste rebelión contra Jehová”). Vemos la reprensión del profeta Jeremías a Hananías, el falso profeta. El Señor no lo había enviado, y el pueblo habías creído a sus mentiras. Aquel Hananías había usurpado un cargo para sí mismo, engañándose y engañando a otros. Por eso Dios le dictó sentencia: por su arrogancia y descuido de entremeterse en un oficio que, quizá, en un tiempo bien pudo haber tenido, pero que luego —en razón de algunas cosas desatinadas que hizo— fue despojado de ese privilegio y mereció reprobación total.
?Si el hombre pone su confianza en la violencia, en la opresión, o en la perversidad de salirse con la suya, Dios le pagará conforme a su obra (la de usted). (Salmo 62: 10-12 “Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos. Danos socorro contra el enemigo, Que vana es la salud de los hombres. En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos”). Dios es amoroso y bueno, y recompensa a cada uno según la obra que hagamos para él.
Mas Satanás impele al hombre y a la mujer a confiar en el individuo (él y ella), o le incita a estos a rebelarse con el fin de “obtener una sociedad mejor”, es decir, más justa, más humana… y desprovista de la caridad Divina.
Dios no Admite equívocos. “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Pues será como la retama en el desierto, y no verá cuando viniere el bien; sino que morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada” (Jeremías 17: 5-6).
Cuantos hombres pusieron su confianza en el progreso, en la política, e incluso en sí mismos; muchos de los cuales tuvieron ciertamente que percatarse, en el final de sus vidas, de aquello sabio que dijo Salomón: “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad”. Desesperados, estos abandonan entonces el trabajo arduo, como respuesta a su búsqueda de satisfacción, que no encontrarán.
NO OLVIDEMOS QUE EL ESPEJO DE NUESTRAS ACCIONES SE REFLEJAN EN NUESTROS PRÓJIMOS.
Dios te bendiga ricamente. Pastor, Ricardo Iribarren.
(Todas las citas bíblicas fueron extraídas -en forma textual- de la versión RV 1909)